domingo, 23 de febrero de 2014

Afieltrando

     Recientemente me ha dado por hacer muñequitos de fieltro. No se realmente cómo se me ocurrió empezar, pero no me arrepiento nada. Es facilísimo y estoy muy enganchado. Luego el problema es el de siempre, claro, darle salida. Pero al menos por el momento me soluciona muy bien cumpleaños y otros regalos. Los broches son un exitazo.



     El proceso es sencillo: coger lana y pincharla repetidas veces. Donde repetidas significa "te pasas la tarde con la aguja subiendo y bajando". Es muy relajante. Cási lo puedes hacer como en trance, desconectando del mundo mientras afieltras. Desconectando hasta que te despistas y te llevas un pinchazo, porque la aguja es afilada como la lengua de un demonio, y tarde o temprano te pinchas (Cuando estás aprendiendo, es inevitable).

Si, es intencionadamente así de feo
Cannimals!



















     Con un poco de casi cualquier cosa, los muñecos mejoran bastante (veáse la lata de atún para hacer el perro enlatado). Es cuestión de echarle un poco de creatividad. Y aparte de hacer muñecos, también se pueden simplemente hacer dibujos con poco relieve sobre otras telas (ya probaré con algún jersey en otro momento). Por ahora, sigo explorando las posibilidades...

Esta funda de libreta ya está algo maltratada, porque el bolsillo donde va tiene un fieltro y se engancha.

2 comentarios: