Bueno, bueno, pues parece que los Swapetines de este año llegan a su fin, con los paquetes llegando a sus destinos y revelándose. Han sido diez semanas muy intensas, de mucha emoción. Me ha encantado la experiencia y mi intención es seguir repitiendo mientras
Pilar lo siga organizando.
Mi sorprendedora ha sido
Guna y me ha mandado un paquete lleno de cosas preciosas. Lo vi cuando lo publicó en Instagram y me encantó, y cuando llegué a casa un par de días más tarde y me lo encontré encima de la mesa no me lo podía creer. ¡Qué emoción!
En el paquete había una postal con un mensaje para mí, una libretita monísima, un marcapáginas aún más bonito, marcadores de cascabeles (¡qué divertido el sonido que hacen al tejer!) y unas agujas de doble punta de bambú para que las probara (y las probé para hacer el mini chal cuadrado que os enseñé
el otro día aunque no me apañé muy bien, ¡tengo que practicar más!).
Y debajo una bolsa de labores violeta y naranja preciosísima...
...que tenía dentro ¡mis calcetines!
Inmediatamente me los probé y vi que eran exactamente de mi talla. Y el otro día nos fuimos de picnic y a hacerles unas fotos en las que se vieran en todo su esplendor
Y por fin, un ovillo de lana estonia para hacerme un chal:
Estoy realmente contenta de haberme decidido a participar. ¡Muchísimas gracias de nuevo, Pilar! ¡Muchísimas gracias, Guna!
Y por supuesto, también muchísimas gracias a mi sorprendida,
Miso, que ha sido una sorprendida maravillosa y que me ha escrito unas palabras bellísimas
en su blog. Os dejo aquí una foto que hice antes de mandar el paquete, pero no dejéis de pasaros por su entrada que sus fotos son mucho mejores:
PD: aquí está el
enlace al proyecto de Ravelry, donde están el patrón y la lana que he usado.
PD2: Sonia, los caracoles los encontré en Amazon, pero luego los ha visto
aquí también.