Al volver a casa de comprar unas telas hemos visto una caja de una nevera al lado de un contenedor. Después de vaciarla (la habían usado para bajar basura, plásticos, corcho blanco,... ¡qué horror!) y de subirla por la escalera hemos descubierto que la teníamos que dejar en el salón porque no cabía por la puerta del dormitorio de la peque.
Aquí la caja |
Mientras dormía la siesta nos ha dado tiempo a hacer el tejado, la puerta y una ventana (algunas de las fotos están hechas con el móvil, por eso se ven tan mal).
Parece que a ella le está gustando.
A ver qué hay... |
¡Hasta luego! |
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